¡Burguer no es hamburguesa en inglés!


¡Hola a tod@s!
Bienvenidos otro día más a Ciencia y Alimentación. 
Hoy traigo algo interesante para los más carnívoros, y es que hoy hablaremos de las hamburguesas.

Como ya comenté en el post anterior, el etiquetado es clave y esencial para hacer nuestra compra y detectar las trampillas que nos meten nuestros amigos de la industria alimentaria. 

Volveremos a trabajar sobre el vocabulario que podemos encontrar cuando vamos a comprar. Hoy nos toca aprender dos palabras nuevas y diferentes: hamburguesa y burguer meat.

¿Vamos a por ello? ¡Empezamos!

Vamos ponernos un poco en situación, dando dos pinceladas a la normativa europea y española. Esta normativa clasifica los derivados cárnicos como: 

  1. Carne fresca
  2. Preparados de carne
  3. Productos cárnicos

De estos tres clasificados nos vamos a centrar en los preparados de carne, porque es ahí donde encontramos a las hamburguesas y sus fieles amigas las burguer meat. 

Lo primero que debe quedar claro es que: la carne picada es una cosa y la hamburguesa y la burguer meat otras.
No porque veamos una carne picada, literalmente, significa que se la denomine como y tal y tenga las características legales que se le requiere la carne picada.

La carne picada es solo eso, un trozo de carne fresca picada sin nada más punto y final. Ah bueno, puede llevar como mucho un 1% de sal.

Ahora vamos a por las hamburguesas y la burger meat.

La hamburguesa está elaborada a base de carne picada y distintos ingredientes y condimentos. En ocasiones, puede llevar antioxidantes de origen natural derivados de vitaminas, pero en ningún caso, llevan conservantes.

La burguer meat es un preparado de carne fresca la cual lleva conservantes además de un mínimo de un 4% de cereales, sulfitos ,azúcares, y fosfatos.



Y el problema llega con los sulfitos...

Los sulfitos es un aditivo que podemos encontrar en los vinos, pero en los preparados cárnicos su uso no se encuentra permitido, excepto para la burguer meat.
El aditivo en si tiene una acción positiva ya que inhibe los microorganismos alterantes y los patógenos.
Pero por otro lado, y la parte negativa, es que también inhibe las reacciones químicas en general esto provoca que no podamos discernir adecuadamente la calidad de la carne. Es decir, la carne presenta un buen aspecto y textura aunque ya no se encuentre en buenas condiciones.

Abro debate y reflexión:
Aunque encontremos sulfitos en las burguer meat, seguramente, es un producto con una seguridad alimentaria mucho mayor que la carne picada que pueda hacer vuestro carnicero.

Así que ya sabéis, la burguer meat no es la versión americana de la hamburguesa ni de la carne picada.



Comentarios

Entradas populares