Desmintiendo bulos
¡Hola a tod@s!
Bienvenidos un día más a Ciencia y Alimentación.
Hoy nos adentramos en el mundo de la alimentación para desmentir bulos.
Tod@s aquell@s que nos dedicamos total o parcialmente al mundo de la alimentación (y no obtenemos beneficios de patrocinadores) estamos cansados de la cantidad de bulos que se llegan a escribir por internet, desinformando así a la población.
Estos bulos están calando muy hondo en la sociedad, llegando a crear problemas para la salud.
¿Estáis listos para desmontar bulos y construir conocimientos?
¡Vamos a ello!
¿El pan quemado crea cáncer?
En el pan quemado se crea un componente llamado acrilamida, un compuesto clasificado como probablemente cancerígeno para los humanos.
Para que este compuesto se forme, el alimento debe contener azúcares reductores y aminoácidos (como es el caso del pan) y cocinar a una temperatura por encima de los 120ºC. Se puede formar en otros alimentos como patatas fritas, croquetas, bollería, café, cereales...
La EFSA (European Food Safety Authority) en 2015 se mostró preocupada por el consumo de acrilamida por parte de la población, así que establecieron controles para las empresas.
Para evitar que en casa podamos consumir acrilamida, debemos cocinar siempre por debajo de 170ºC y buscar un color dorado en el pan (no oscuro).
¿El zumo de limón depura?
La respuesta es no, ni depura ni tiene propiedades milagrosas. Contiene grandes cantidades de ácido cítrico, como otros muchos alimentos, que pueden desgastar el esmalte si se consume mucho. Así que no hay nada que justifique que tenga un efecto depurador.
¿La panela reemplaza al azúcar por ser un producto más natural?
El azúcar blanco es sacarosa y la panela es sacarosa cristalizada a partir del jugo de caña parcialmente purificado, presentada como cristales de sacarosa cubiertos por melaza de caña.
Entre un 90-80% de la composición entre ambos es exactamente igual, el resto es agua, minerales, vitaminas y una pequeña parte de compuestos fenólicos. Pero la diferéncia es mínima, ya que para poder obtener un beneficio de estos micronutrientes se requeriría un consumo mucho mayor del indicado y recomendado.
¿Es más sano el ECO que el convencional?
No, los productos que contienen el sello ECO tienen las mismas propiedades nutricionales que un alimento convencional. La normativa ECO trata sobre un tema medioambiental.
Ni ECO ni convencionales contendrán, en el caso de la carne, hormonas o antibióticos. Además ambos contienen fitosanitarios autorizados.
¿Existen los superalimentos?
NO! Ningún alimento es imprescindible y ningún alimento tiene propiedades añadidas a las habituales. Nunca consumiremos lo suficiente ese alimento para que nos aporte esas propiedades milagrosas.
¿La sandía y el melón son indigestos por la noche?
No, es un alimento que se puede tomar a cualquier hora del día. Su principal componente es el agua, el mayor efecto "negativo" que puede crear es que necesites ir al lavabo por la noche.
¿La leche da mocos?
Quizás el mito más antiguo y arraigado en la sociedad desde que el mundo es mundo y la respuesta a la pregunta es no. No hay ningún estudio científico, porque se han hecho muchos, que relacione el consumo de leche con el aumento de secreción nasal o congestión.
En un estudio con 60 voluntarios de 18 a 35 años que se les inoculó el virus Rhnovirus-2 para provocar un resfriado. Se les efectuó un seguimiento durante 10 días para evaluar la cantidad de mocos de forma cuantitativa, los síntomas y su ingesta de leche, se observó que la cantidad de moco no variaba en ningún caso por el consumo de leche.
¿Puedo consumir huevos?
Durante un tiempo se extendió el bulo que los huevos contienen mucho colesterol y que era un alimento que se debía evitar. El huevo es un alimento esencial en nuestra dieta, contienen todos los aminoácidos esenciales que nuestro cuerpo necesita. La yema del huevo es rica en colesterol, pero contiene muchas vitaminas, minerales y sobretodo proteínas esenciales.
Desde el Ministerio de Sanidad aseguran que su consumo es apto para todas las edades siempre y cuando se encuentre dentro de una dieta variada y con actividad física.
A día de hoy, aún no hay ningún estudio que relacione el aumento del riesgo cardiovascular con el consumo de huevos, sino al contrario, estudios indican una disminución del riesgo tras el consumo de 3 o 4 huevos a la semana.
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